Cualquier
cristiano sabe que eso no es cierto, pero muchas personas no cristianas creen
que esa es la realidad.
Hace tiempo
tuve la oportunidad de vivir en otro país precisamente en época de Cuaresma y
Semana Santa, la mayoría de mis amigos eran musulmanes e hindúes, había algunos
pocos budistas, y otros cristianos: ortodoxos, luteranos y católicos.
En una de
las tantas pláticas con mis amigos me hicieron el comentario “la festividad más
importante para los cristianos es la Navidad”, pues es la que más se promueve
con regalos, música, películas, tarjetas, emails, adornos, árbol de navidad,
unión familiar, caridad, vacaciones, arrepentimiento, etc., etc.
Les
expliqué que no es así. Si bien la Navidad es muy importante para los que
creemos en Cristo pues se conmemora Su nacimiento (aunque desfasada en la fecha
real), la festividad más importante para los cristianos es la que rememora la pasión,
muerte y resurrección de Jesucristo. El Domingo de Resurrección es la fiesta
más importante para todos los cristianos, ya que con la Resurrección de Jesús
es cuando adquiere sentido nuestra religión.
San Pablo nos dice: “si
Cristo no hubiera resucitado, vana seria nuestra fe” (I Corintios 15,14)
¿Tendrán
razón mis amigos de otras religiones?, probablemente sí, porque a eso es a lo
que hemos empujado esas fechas, el significado que le hemos dado a la semana
santa (con minúsculas) es:
- Vacaciones
- Viajes
- Amigos
- Playa
- Sol
- Alcohol
- En fin, tantas cosas paganas
¿Qué
haremos los cristianos para darle la importancia que se merecen esas fechas?,
pues aceptar que continuamente pecamos de palabra, obra y omisión; que debemos
seguir el ejemplo que nuestro Señor Jesús nos dejó hace dos mil años y cumplir
Su palabra, está en nosotros poner de nuestra parte para agradar todo el tiempo
a nuestro Dios, y darle el verdadero significado a estas fechas.
Publicado en el periódico El
Quetzalteco
3 de diciembre de 2013
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